Oh sí, voy a seguir la historieta... Que conste que el hecho que os intereséis (o que lo hagáis ver) por ella ayuda mucho, así que gracias :-). Ahora no recordaré tantos detalles como cuando empecé este blog, así que si en algún momento hablo de mis habilidades para volar o mi visión de rayos X no me hagáis caso, me lo estaré inventando.
En el capítulo anterior, la troup de Berlín volvía a Hannover, pero esta vez no volvía a la Bischofs. Nada de eso, ahora continuaban avenida abajo hasta llegar a Marienstrasse a dejar a Rachel. El increíble sentido de la orientación de César ayudó bastante a no perderse por un Hannover nocturno y desangelado. Todos fuimos llegando a nuestros respectivos nuevos espacios habitables, que no habitados. Yo descubrí que las llaves de la "Wilhelm" eran de todo menos silenciosas... ¡Crack, crack! Mi nueva vecina de sueño ligero hizo su primera demostración de inapacibilidad ante mis ruidos al entrar, ruidos que incluían hurgar en mi maleta aún sin deshacer, en busca de algo para dormir. ¿Volvía de un viaje dentro de un viaje? Pero volvía a un sitio en el que nunca había dormido, por mucho que fuera mi nueva casa, entonces... ¿Volvía? ¿Iba? En fin...
El cambio era más de lo que podía parecer en un primer momento. Ya no habría una rutina más allá de ir al Mensa. Me había apuntado a un montón de cursos de alemán en la Universidad de Hannover (que se note que los estudiantes lo tienen todo gratis aquí, ale!), pero todos eran con horarios muy variados. Alemán para informáticos, alemán para postgraduados (que pasó a ser el "alemán para Erasmus") en sus dos niveles iniciales... Ahí nos encontraríamos a todo el mundo que habíamos ido conociendo, Erasmus y no Erasmus. Más tarde me colaría también en la clase de fonética aunque no me hubiera inscrito (gracias Sara!), para asistir a las lecciones de una mujer típica de los libros de alemán, que nos hacía mirar en un espejo mientras poníamos cara de imbéciles pronunciando la ä, la ö, la üüüüü...
Pero todo eso iría pasando a lo largo del mes: lo primero es lo primero, y es que el señor Ducatelli (Oficina Internacional) nos hacía asistir a la "Welcome Reception" oficial, lo que quería decir que la que nos habían hecho en septiembre era una burda imitación. Pero no nos importaba... ¡¡¡Íbamos a conocer a LOS NUEVOS!!! ... ¿O no?
Hooooooooommmbreeeeeeeeeeeee!!!!
ResponderEliminarPero si hemos actualizado!!!
Tú sige hablando de mis extraordinarias cualidades, que yo te seguiré leyendo.
Un gran abrazo